En Gran Bretaña sobre el año 1929 el "Partido de la Reforma de la Vestimenta Masculina" apoyó la ropa holgada, los pantalones cortos o calzones, las medias altas y las sandalias.
La aplicación de los tintes sintéticos en los tejidos influyeron en su colorido, ya que hasta entonces eran teñidos con productos naturales. Se comenzaron a utilizar en la moda femenina, a mediados del siglo XIX